Como cada año desde hace ya más de cuatro décadas, el arte y las antigüedades han invadido Madrid de la mano de Feriarte, que el año pasado celebró su cuadragésima edición. Hasta ochenta anticuarios, galeristas y libreros descubren sus tesoros en Ifema, que durante una semana se convierte en el ojo del huracán del mundo del arte en la capital. Este año, la gran cita de las antigüedades ha transcurrido del 18 al 26 de noviembre y hemos asistido por primera vez. ¿Qué secretos esconde la feria?
Entrar en Feriarte es hacerlo en una enorme brocante repleta de piezas de colección que abarcan desde exvotos del Antiguo Egipto hasta lienzos rabiosamente contemporáneos. El mapa indica dos secciones claramente diferenciadas (anticuarios y galerías de los siglos XIX y XX) pero un rápido paseo permite hacer una clasificación más concreta de los expositores: hay, además de galerías y anticuarios, joyerías y librerías especializadas en códices, incunables y ediciones tempranas.
Las ochenta galerías proceden de todas las regiones de España y ha aumentado considerablemente el número de participantes extranjeros, incorporando expositores procedentes de Portugal, Bélgica e Italia. Mobiliario, diseño, juguetes, porcelanas, armas antiguas, esculturas funerarias… La feria incluye cientos de objetos, a cada cual más curioso. En el estand de Palau Antiguitats, anticuario barcelonés, tienen en exposición un maniquí articulado francés del siglo XIX con cabeza de cera, pelo natural y ojos de cristal. ¿El precio? Por 7.500 euros, cualquiera puede sentarlo en su sofá.
Feriarte no es una feria para todos los bolsillos. La mayor parte de las obras tienen un precio mínimo de tres cifras. Nos propusimos encontrar la pieza más asequible de la feria y la hallamos en una de las librerías: pequeñas reproducciones de ilustraciones de libros de horas por el módico precio de cinco euros. Y, a pesar de que el presupuesto de compra en la feria no puede ser precisamente escaso, vemos varias veces cartelas con la pegatina roja que indica que ya no está disponible.
Las galerías con piezas arqueológicas exhiben verdaderos tesoros. Entre los estands más destacados está el del espacio madrileño Ganesha, que exhibe varias esculturas asiáticas, incluyendo algunas representaciones de Buda. En Art Histórica Arqueología se pueden adquirir dos mosaicos libaneses del siglo IV a.C. y un cilindro maya. Hay, además, esculturas de dioses hindúes, exvotos egipcios, vasijas de ritos funerarios… Esta sección de la feria es un auténtico museo arqueológico.
La zona destinada a las galerías de arte es ya más similar a la vista general que ofrecen ferias como ARCOmadrid. Son, en su mayor parte, espacios españoles que exhiben obras de grandes nombres del arte moderno y contemporáneo, incluyendo piezas de Salvador Dalí, Darío de Regoyos y Miquel Barceló, entre otros. Cerca de esta sección, una pianista toca música clásica.
En los estands de joyería triunfan las piezas antiguas. En los expositores se pueden ver piezas art decó y diseños de los siglos XIX y XX. Entre los participantes más destacados figuran la portuguesa Isabel Lopes y la santanderina Joyas Antiguas Sardinero.
Finalizamos dando un paseo entre las librerías. Además de Andreda, Anticuaria Astarloa y Pontes, nos llama especialmente la atención Eurolibro, una librería bilbaína que expone volúmenes muy variados: desde las Cantigas de Alfonso X El Sabio hasta una edición de coleccionista de los poemas de Pablo Neruda.
La principal novedad de la feria es la apertura de una tienda digital conectada con la plataforma de comercio online Ebay. Todos los galeristas tienen la oportunidad de poner sus piezas a la venta fotografiándolas en las instalaciones de la feria y aumentando exponencialmente su público. MODDO, gestor español de venta a través de la red, es el encargado de digitalizar las obras y aunar antigüedades y nuevas tecnologías.
Vía| FERIARTE
Imagen| Realizadas por la autora